domingo, 7 de abril de 2013

Paseos de Semana Santa

El agua de lluvia ausente
y el sol viéndose desde el este hasta el oeste
para que pasearas;
en los días de La Semana Santa
era lo que las palabras deseaban.

Algunas veces tuviste suerte,
otras me soñé soplando los vientos
que jugaban empujando nubes y agua
para que lloviera lejos,
para que no hubiera barreras que impidieran
que, si quisieras, pasearas.

Otras veces los cántaros se vaciaron
y descansaste
mientras los sueños que soplaron y soplaron
empujando el aire
las cataratas condensadas se llevaban
a otra parte.
Lejos.

Así lo quise,
quise soñarlo
y si no lo hice,
si no conseguí el sueño deseado
no fue por no dormirme
pensando
en tu sueño.

De cualquier forma tuviste tiempo
para pasearte,
para descansarte
en casa y en la calle,
a la orilla del mar,
bordeando la falda de la montaña,
en la cumbre y más allá
en donde la libertad está rodeada solo de aire.

Pequeño texto que es masaje
en el que se revolcó mi cerebro
cuando la Semana Santa se fue lejos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Firefox