martes, 18 de noviembre de 2014

La espera

Llegué
y ya está.
Volver a empezar
esta vez también
que ya llegaré una vez más.

Importante es llegar
una vez que empecé.



Un tronco derecho
se bifurca en i griega,
es el árbol que veo
mientras escribo estas letras.



Verdes son las hojas,
las del árbol urbano,
un plátano alto
que enraíza en Donostia.


Más de las once
en la parada sentado
esperando a que el autobús asome
en la calle de abajo.

Detendré las palabras,
agarraré los bártulos,
subiré rápido
y volveré a escribir con ganas.

martes, 11 de noviembre de 2014

Ondas que prostituyen música

En las ondas radiadas
cabalgan las palabras
habladas y vividas
de gente escondida
que no se ve,
cercana lejanía,
él a mí tampoco me ve.
Palabras solitarias,
o acompañadas
por notas de pentagramas,
prostituidas
por trozos inconclusos de músicas,
ésas que empiezan
y sin acabar terminan,
belleza rota
de un arte que se rasga
en sonidos que resultan nada
porque los cortan,
me los rebanan.
Tiranía radiada
rematada
en publicidad tirana.




Al madrugar se escucha el silencio de las olas,
más tarde se oye gritar al mar entre el bullicio de las personas.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Cárceles vacías

Esta democracia siempre estuvo vacía,
vacía de libertad,
vacía de justicia,
vacía de igualdad,
vacía de compartir la vida,
memocracia nació, pactada, fingida paz.

Esta memocracia está cada vez más vacía,
rellena de nada,
nada que tenga sustancia le da vida
porque en el dinero se basa
y el dinero ya se crea de la nada.
Incluso la rima, repetida, suena vacía.

Esta triste mentira que nació golpe de estado
con los santificados generales constitucionales
agarrados firmes a las crines del caballo metálico
renegando,
a la bandera jurada traicionando,
todavía camina con las mismas voces ordenando.

Miserables.
Miserables y culpables.
Miserables y culpables todos los que firmaron.
Miserables y culplables todos los que fingieron.
Miserables y culpables todos los que mandaron.
¡Hay que llenar tantas cárceles!

Firefox