martes, 21 de abril de 2015

Lejía y sal

Líquido que limpias
dejas limpio
lo sucio.

Después el agua fría
y la lejía
hacen lo suyo.

Hipoclorito.

Lejía que limpias
desinfectando bichos.
¿Y tus residuos?

Sal.
Nada más,
lejía.

Solo dejas sal.

Recitan,
me leen una poesía.
¿Qué entiendo?
Casi nada,
tan sólo la belleza de las palabras,
si cuadra,
poco más.

Leo una poesía.
¿Qué entiendo?
Casi nada,
tan solo la belleza de las palabras,
si cuadra,
poco más.

Leo otra vez la poesía
y entiendo un poco más.
Leo la tercera vez
y ¿Qué entiendo?
Entiendo un poco más,
entiendo lo mismo,
o entiendo diferente
quizás.
Leo más otra vez
y entiendo otra vez un poco más.

¿Por fin la comprensión total?
Nunca jamás,
es poesía
y cambia con la vida.

El escritor ya la vivió,
el lector puede vivirla cada día.
Riqueza viva
que como ayer hoy también nació
en cada una de las líneas
releídas.

4 comentarios:

  1. Para eso escribimos no?....que ellos la hagan suya, la poesía digo, un avez que se sale de nosotros ya no es nuestra...

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    Respuestas
    1. Aunque queramos
      solo nos queda cambiarlas,
      pero las escritas palabras
      serán ya eterno pasado
      y no podremos cambiarlo.

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  2. Para eso escribimos no?....que ellos la hagan suya, la poesía digo, un avez que se sale de nosotros ya no es nuestra...

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