martes, 2 de octubre de 2012
Engaños. No llovió.
Lo supiste.
Aunque el cielo se cubría
en blanco y gris
tú que lo sabías
a nadie lo dijiste.
Las nubes se fueron
tan rápido como llegaron,
corriendo,
volando.
No llovería.
Bajo las estrellas,
en la noche negra
de luces tintada,
ya no estaba.
Desconocido,
otro dueño nuevo
lo habrá acogido
para cuando llueva.
Aunque no se lo digan.
Nos molestó todo el día
el impertinente paraguas
antes de que nos lo robaran.
Antes de perderlo
que no podemos saberlo.
Tú que ya no estabas
tampoco nos lo dijiste
antes de irte.
Ahora las gotas empezaban
y mojaban la noche ya triste.
Quizás te lo llevaste sin decir nada.
Ya no sé cuándo engañas.
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