¿Quiénes somos los asesinos culpables
de que esos españoles mueran de sueño en la calle?
¿Es que no hay habitaciones vacías en los pisos,
en tantos pisos cerrados con llave?
¿Quiénes somos los asesinos culpables
de que esos niños africanos se mueran de hambre?
¿Es que alguien tiene llenos los bolsillos
con el dinero negro de las armas de guerra?
¿Quiénes somos los asesinos culpables
de que en las basuras hurguen los ojos del hambre
con las manos desnudas?
¿Es que no están las estanterías llenas
de tierno pan caducado mañana?
¿Quiénes somos los asesinos culpables
de que estén congeladas tantas sonrisas en las humanas caras
porque el frío las arruga?
¿Es que ha dejado de correr el agua por los ríos
hormigonados de presas?
¿Quiénes somos los asesinos culpables
de tanta diferencia de clases?
¿Es que hay cerebros de desvergüenza podridos
pensando en los bolsillos llenos de metal tintineante?
¿Quiénes somos los asesinos culpables
de tanta miseria y de tanta pobreza?
¿Es que no está el mundo lleno, no de dinero
sino de riqueza?
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