lunes, 17 de octubre de 2011

Dos estrellas

Hace mucho, mucho tiempo,
cerca de este siglo,
ella, tan querida,
a quien recuerdo y siento
con todo el cariño,
me regaló una fotografía
de la que recorto
este escogido trozo.
En la ciudad del sena
entre algodones rosas
y la belleza hermosa
de una niña peliroja
se eleva a las estrellas
la lanza más famosa
de la tierra entera.
Hay otras
pero no son vuestras.
A ti que me la recuerdas,
a ti que sé que te emociona,
y a ella,
os dedico esta idea.
Un puñal suyo
clavado en mi cerebro,
un recuerdo tuyo
apuntando al cielo.
¡O es al revés!
El puñal tuyo y el recuerdo suyo.
También.
Leas como leas, disfrútalo bien.


2 comentarios:

  1. Hermosa poesía ,Lisardo , tan hermosa como aquella a quien va dedicada ,hermosa en todos los sentidos ....la niña mala que conocí a través de una diminuta foto ,con su algodón de azúcar y con su torre ,que yo confundía con su brazo en alto ...

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