siquiera empezaba,
escribía de colores sin tener una página
de cómo serían las letras,
de cómo dar forma al lenguaje,
escribía de cosas varias.
Sin saber cómo se hacían las frases,
los renglones de palabras,
lo que sería,
las letras ya bailaban.
Yo aprendía
y escribía en la experiencia
sobre las pruebas que hacía,
en esos renglones que traigo
un poco más abajo
está la simiente de estas líneas,
algo así como el marco del cuadro.
O la tela.
O la tinta.
Son las palabras que empiezan.
Entrada.
El lugar de la pantalla
en el que se escribe
y se preparan las palabras
que luego serán página.
También es el resultado
tal como quede
una vez finalizado
lo que se ve.
Aquí le hago caso
a estarla preparando.
Empezando estamos
y por ahora va como sigue.
El color del fondo lo dejo transparente,
el color del borde de un color diferente,
o sea, a través de él no se ve.
El color de biselado dejo que sea el mismo,
aunque no sé lo que es
esto del biselado, no sé su sitio
aunque lo imagino.
Un día lo sabré.
El blog de las cosas rotas.
En el blog de pruebas
he cambiado cosas,
solo algunas,
pequeñas,
pocas.
A los paneles laterales la anchura,
doscientos la del izquierdo,
la del derecho trescientos diez,
de uno al otro se llevan más de cien,
no sé si es perfecto
pero a mí el resultado me queda bien.
Corremos,
como un caracol pequeño.
Lo que se escribe.
Textos grises,
algunos,
otros en colores azules,
al final serán miles
los que al empezar son pocos.
Les falta recorrer tiempo en el mundo
para hacerse montón,
una pequeña hilera de letras.
El título irá escrito en palabras negras,
o también grises.
El tipo de letra,
ese será casi siempre el mismo.
Luego todo resultará distinto
pero escribiendo esto, mientras tanto,
me he divertido
como un pequeño enano.
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