jueves, 9 de febrero de 2012
La música y un tigre
Vacío de música,
triste del alma,
algodón áspero
que no rima con la nube blanca
clavada en el cielo.
O sí rima.
Si se te fue la música
refúgiate en las palabras
mientras la buscas.
Aunque sean grises
las leras que lees,
las letras que escribes,
siempre te entretienen
mientras persigues
las notas en el viento
que perdiste.
En el palco,
con el aire ahora congelado,
las gargantas ausentes
volverán a encadenar los trenes
que llenos de notas
empalagarán tus neuronas
como otras veces.
Volverán todas
a llenar entre los oídos
el espacio de tus sienes
y paladearás los sonidos
como siempre.
Te has dormido
sin tener sueño
y te ha rugido el cerebro.
Eso me ha sonado a tigre.
Ya vives.
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