Paloma,
eres las balas no disparadas
con tu rama de olivo en el pico,
pudo haber sido otra hembra hermosa,
fuiste tú.
Religiosa.
Blanca,
a pobres y a ricos
niegas la batalla
segando las ansias de belcebú
con intangible guadaña.
Eres tú.
El aire en tus alas
apacigua las aguas
y relaja el sol en la montaña.
Paloma blanca,
bendice tú
de paz mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario