Después de ser travesera que suena
escondida
en la pantalla hicieron magia.
¡Que se mueva!
Grité a la red desde mi ventana.
La cámara se movió
y la cabeza que toca, tocaba,
apareció hecha gracia
y de sonar sin ser
pasó a ser flautista hermosa.
Vi que además de la música
llena la presencia de la persona,
no llenaba, llenó.
Las notas ya las oía
pero después fue mejor.
Te lo explico.
Es como una novela de música
y de psicología,
con mucha poesía,
danzando dentro de mi cabeza.
Importan los ritmos argentinos,
la lectura,
poesía sin lectura sería locura,
y al final de la segunda película
asoma la estrella.
Ya pienso en dos películas
y hablaba de novela,
no hay quien lo entienda.
Bastará con que leas
si te gusta.
Los sonidos
quedan música de mis oídos.
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